En este país en el que las tensiones territoriales amenazan con desgarrar el tejido patrio; en esta España (unagrandeylibre) que añora su glorioso pasado imperialista; en la tierra del sol, terreno plural y variopinto, nos olvidamos de las cosas que nos unen.
Y uno de los caracteres culturales que compartimos, más allá de entelequias nacionalistas, es nuestra mundialmente conocida afición a torturar animales. Gallos, patos, cabras, perros... y, sobre todo, toros. Todo ello haciendo gala de una envidiable imaginación para las formas.
Probablemente los más crueles en sus celebraciones sean los inefables habitantes de Tordesillas (Valladolid), Coria (Cáceres) y Terres de l’Ebre (Tarragona), con la excusa de homenajear virgenes y santos.
Pero es en Pamplona (Navarra) donde se realiza la más famosa de las celebraciones de sangre: los encierros de San Fermín.
San Fermín nació en Pamplona (Pompelon) en algún momento del siglo III. Era un buen pagano con tiempo para honrar a múltiples dioses hasta que fue confundido por la palabrería de San Honesto, discípulo de San Saturnino, quien lo convirtió al cristianismo y selló su destino al consagrarlo obispo de Amiens (Francia). El buen Fermín pasó su vida predicando su fe y comiéndoles la cabeza a los infieles, hasta que perdió la suya en Amiens.
Durante su pía vida nunca se dedicó a maltratar animalitos, ni a ninguna otra cosa que justifique la crueldad de la que hacen gala los pamplonicas en su nombre.
Esta noche comienza la borrachera navarra. Alcohol y sangre mancharán, un año más, las calles y el alma de Pamplona con la bendición de las autoridades religiosas y civiles.
¿Cómo va a ser buena persona alguien que no ama a los animales?
-La grandeza de una nación y su progreso moral se pueden juzgar por la forma en que trata a sus animales- Mahatma Gandhi.
3 comentarios:
Precisamente estaba yo por hacerme taurino aunque solo sea por llevarles la contraria a los separatistas catalanes, pero he visto al Cayetano no se que y el otro hermanos vestidos de esmoquin en unas de esas fiestas de pijos, y me ha vuelto la repulsión.
Me alegra su decisión:
Mejor ser un independentista de esos que un indecente taurino.
Como siempre, el hijoputa de Jesus
cargando contra los nacionalistas catalanes.
Vive en Cataluña, pero odia Cataluña.
¿por qué no te largas ya a tu Andalucía y nos dejas vivir en paz?
Es un desarraigado cabrón, un odioso granadino inadaptado.
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