
Mis ojos se humedecieron con esta vibrante historia de ciencia ficción. Emoción, humor y ternura a partes iguales. Calidad artística y dominio absoluto de las técnicas cinematográficas, una verdadera obra de arte. Una experiencia inolvidable.
Wall•E es el nuevo referente. No sólo para la animación infográfica, también para la ciencia ficción y las historias con protagonistas no antropomórficos... Y todo sin recurrir a las gracietas absurdas de cómicos metidos a dobladores.
Cuando un personaje funciona bien desde el guión no es necesario contratar a actores famosos para avalar la obra. Cuando ese personaje es desarrollado por una de las mejores compañías del mudo ni siquiera hacen falta diálogos rebuscados. A buen entendedor...
Gracias Pixar.